ACTUALIDADHARDWAREnoticias de informaticaNoticias de tecnologia

¿Tiene sentido overclockear tu procesador en 2024?

Antes de comenzar con este artículo comenzaremos por explicar en que consiste el overclock: consiste en líneas generales en ajustar la frecuencia – en este caso nos referimos a un procesador – por encima de las especificaciones que establece el fabricante, aumentando su frecuencia de trabajo, con el fín de obtener mejores resultados en juegos, ejecución de programas, realización de tareas informáticas, etc.

¿Vale la pena realizar overclocking a nuestro procesador en 2024?

El salto en prestaciones y las que puede ofrecer un procesador hoy en día de gama alta es sencillamente brutal. Recientemente se ha lanzado al mercado el Intel Core i9 14900KS , una bestia con una frecuencia base de 3.2 GHz, frecuencia turbo de 6.2 GHz, 8 núcleos P, 16 núcleos E, 32 MB de caché L2, 36 MB de caché L3 y compatibilidad con memoria DDR4-3200 y DDR5-5600

Si nos fijamos en AMD su buque insignia es el Ryzen 9 7950X , otra bestia con 16 núcleos y 32 subprocesos , frecuencia base de 4.5 Ghz y Turbo hasta 4.7 Ghz , con un total de 64MB de memoria caché.

A la vista está que sobre el papel – y en la práctica – cualquiera de estos procesadores ofrecerá una capacidad de procesamiento más que sobresaliente, siendo ideales para tareas muy pesadas como el renderizado o cualquier tipo de carga que se te ocurra.

En Intel deberemos fijarnos en la nomenclatura del mismo y en su “apellido” final, asi si tenemos un Intel Core i9 14900 , sin la “K” final no se podrá realizar OC, pues Intel ha lanzado al mercado toda una serie de procesadores “K” que son los adecuados para realizar OC.

En cuanto a AMD , podemos concluir que a casi todos sus modelos se les puede realizar overclocking, aunque hay que señalar que algunos modelos tienen bloqueado el OC de fábrica, como es el caso de todos los modelos con caché 3D , donde subir el voltaje significa casi seguro destruir el procesador.

La refrigeración en los procesadores de gama alta de Intel y AMD

Volviendo al ejemplo del Intel Core i9-14900KS, el consumo se acerca o supera los 400W, por lo que es necesario un refrigerador de muy alta gama por aire o bien un sistema de RL AIO de 360mm que a duras penas soportarán este trabajo. De hecho en cuanto se exige al máximo a un 14900K, el consumo llego a los 334W y la frecuencia baja drásticamente pues el sistema de refrigeración – en nuestra prueba fue una RL Antec con un radiador de 360mm – es incapaz de refrigerar la CPU, por lo que el 14900KS no hace más que empeorar y demandar más consumo.

Un mejor rendimiento (generalmente) tiene un precio

Cuanto más rápido funciona un procesador, más energía necesita y más calor residual se genera como hemos visto. Si haces OC a tu CPU para lograr unos pocos MHz por encima de su diseño original, debes tener presente que supondrá también una carga extra para la fuente de alimentación y la refrigeración de la CPU y el VRM de tu placa base también sufrirá una mayor demanda.

El calor es el principal enemigo de un componente informático: cuanto más relajado de temperatura funciona un componente, su longevidad será mayor. Aunque AMD anuncia que sus procesadores están preparados para una temperatura de trabajo de 95ºC, es obvio que es una temperatura muy elevada y que a la larga debería traducirse en una menor vida útil.

Obtener por ejemplo un aumento de 100 Mhz en la frecuencia de tu procesador casi no tendrá ningún reflejo en rendimiento en juegos, nada que merezca la pena someter a unas frecuencias a una CPU para la que no ha sido diseñada.

En resumen, el overclocking ya no tiene tanto sentido como antes. Los procesadores modernos ya son muy rápidos y eficientes, y el overclocking solo proporcionará ganancias de rendimiento modestas. Además, el overclocking aumenta el consumo de energía, la generación de calor y la degradación del procesador como hemos señalado.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba