AMD adopta los requisitos de Windows 11: Sin UEFI, no hay Radeon RX 9000

En un movimiento calcado que sigue los pasos de Microsoft, AMD ha anunciado una decisión que podría cambiar las reglas del juego para los usuarios de sus próximas tarjetas gráficas de la serie Radeon RX 9000. Según un reciente artículo publicado en Pplware, la compañía ha decidido que estas nuevas GPUs requerirán obligatoriamente el uso de UEFI (Unified Extensible Firmware Interface) en los sistemas donde se instalen, dejando de lado la compatibilidad con el antiguo sistema BIOS o el modo CSM (Compatibility Support Module).

UEFI, que reemplaza al tradicional BIOS, lleva años ganando terreno gracias a sus numerosas ventajas, entre las que convien destacar principalmente una mayor seguridad —con funciones como el arranque seguro que protege contra malware—, soporte para discos de más de 2 TB y tiempos de inicio más rápidos.
La compañía justifica esta decisión en la necesidad de garantizar «compatibilidad, rendimiento y una experiencia de usuario óptima». Sin UEFI activado, los sistemas que ejecuten Windows 11 podrían enfrentarse a problemas de estabilidad o un rendimiento por debajo de lo esperado al usar estas nuevas gráficas. Este enfoque no solo refleja una apuesta por la modernización, sino también un intento de estandarizar las configuraciones de hardware para evitar complicaciones derivadas de sistemas obsoletos.
¿Por qué ahora?
La pregunta que nos hacemos es: ¿por qué AMD ha tomado esta decisión justo en este momento? La respuesta parece estar en la convergencia de la industria tecnológica hacia estándares más seguros y eficientes. Windows 11, lanzado en 2021, ya impuso requisitos estrictos como TPM 2.0 y Secure Boot, que dependen en gran medida de UEFI. Al adoptar esta postura, AMD no solo se alinea con Microsoft, sino que también asegura que sus productos estén preparados para las demandas del futuro, especialmente en un contexto donde la seguridad y el rendimiento son prioridades clave.
Además, este cambio podría ser una estrategia para posicionar a la serie RX 9000 como una opción premium, diseñada para sistemas modernos y optimizados, olvidándose ya de hardware más antiguo que aún depende del modo Legacy BIOS.
Este cambio de rumbo implica que si planeas actualizar tu setup con una tarjeta gráfica Radeon RX 9000 deberás asegurarte de que la placa base soporte UEFI y esté correctamente configurada. Aunque la mayoría de las placas fabricadas en la última década incluyen esta función, no es extraño ver BIOS que funcionan en modo Legacy, ya sea por preferencia o por desconocimiento. Activar UEFI suele ser un proceso sencillo en la BIOS, pero podría requerir ajustes adicionales, como convertir discos de MBR a GPT, lo que puede complicar las cosas para los menos experimentados.
Por otro lado, este requisito podría alienar a una parte de la base de usuarios de AMD, especialmente aquellos con PCs más antiguos que no cumplen con las especificaciones necesarias. Aunque existen soluciones como el uso de herramientas como Rufus para instalar Windows 11 en sistemas no compatibles, el hecho de que las RX 9000 no funcionen sin UEFI limita aún más las opciones de actualización sin una renovación completa del hardware.
En conclusión, la adopción de UEFI como requisito para las Radeon RX 9000 no solo sigue la estela de Microsoft, sino que también marca el camino hacia un ecosistema tecnológico máss eguro y robusto.