Las redes P2P (peer to peer ó igual a igual) se basan en conexiones directas entre dos usuarios para transferir datos.
Para que esto se cumpla se debe conocer la dirección IP del usuario de destino.
Por medio de esta dirección se puede identificar y localizar al usuario.
Sólo hay dos formas posibles que garanticen el anonimato: desviar el tráfico a través de un proxy anonimizador o canalizar dicho tráfico a través de otros clientes.
Los servidores proxy tienen una considerable serie de desventajas: pueden estar caídos, el grado de anonimato depende de la buena voluntad del administrador del proxy y el tráfico que consumen las conexiones cuesta mucho dinero.
Pongamos un ejemplo: un servidor para 100.000 usuarios eMule.
Cada uno de los clientes conectados genera un tráfico de 10 kB/s en ambas direcciones, por lo que el servidor debe de soportar un volumen de tráfico de 2000 MB/s (1,98 GB/s). Pocos pueden mantener económicamente un servidor de esas características.
Desviar o canalizar el tráfico a través de terceros clientes causa un impacto similar, debido a que la mitad del tráfico sería usado para el anonimato, lo cual significa que los usuarios deberían de tener el doble de ancho de banda de subidas para mantener el rendimiento de la red en los niveles actuales.
Por el momento no hay ningún método seguro para ser anónimo en una red P2P.
