Los troyanos son un tipo de malware que se ocultan dentro de otros programas o archivos aparentemente legítimos, con el fin de engañar al usuario para que los ejecute y así infectar su sistema. Los troyanos no se replican por sí mismos, sino que dependen de la acción del usuario o de otros malware para propagarse. Los troyanos pueden tener diversos objetivos, desde robar información, hasta controlar el ordenador de forma remota, pasando por dañar el sistema o el hardware.
Los troyanos se clasifican según el tipo de acciones que pueden realizar en el sistema infectado. A continuación, se describen los tipos de troyanos más comunes y peligrosos:
- Troyano backdoor: este tipo de troyano abre una puerta trasera en el sistema, que permite a los atacantes acceder y controlar el ordenador de forma remota, sin el conocimiento ni el consentimiento del usuario. Los atacantes pueden utilizar esta puerta trasera para ejecutar comandos, instalar otros malware, robar datos, espiar la actividad del usuario o realizar ataques de denegación de servicio (DoS). Por ejemplo Netbus
- Troyano bancario: este tipo de troyano está diseñado para robar las credenciales de acceso a los servicios bancarios en línea, así como los datos de las tarjetas de crédito o débito del usuario. Los atacantes pueden utilizar esta información para realizar transacciones fraudulentas, vaciar las cuentas bancarias o realizar compras en línea. Por ejemplo Zeus 2
- Troyano descargador: este tipo de troyano se encarga de descargar e instalar otros malware en el sistema, sin el conocimiento ni el consentimiento del usuario. Los malware que descarga pueden ser de cualquier tipo, desde virus, hasta ransomware, pasando por spyware o adware. Por ejemplo Vundo 3
- Troyano keylogger: este tipo de troyano registra las pulsaciones de teclado del usuario, con el fin de capturar sus contraseñas, sus mensajes, sus correos electrónicos o cualquier otra información que introduzca. Los atacantes pueden utilizar esta información para acceder a sus cuentas, suplantar su identidad o extorsionarle. Un ejemplo de troyano keylogger es Ardamax4.
- Troyano ransomware: este tipo de troyano cifra los archivos del usuario, impidiéndole el acceso a los mismos, y le exige el pago de un rescate para recuperarlos. Los atacantes suelen amenazar con borrar los archivos o publicarlos en Internet si el usuario no paga en un plazo determinado. Un ejemplo de troyano ransomware es CryptoLocker
- Troyano rootkit: este tipo de troyano se oculta en el núcleo del sistema operativo, modificando sus funciones y evitando ser detectado por los programas antivirus. Los atacantes pueden utilizar este troyano para obtener privilegios de administrador, ocultar otros malware, desactivar la seguridad del sistema o monitorizar la actividad del usuario. Un ejemplo de troyano rootkit es TDL4.