Windows 8 se ha desarrollado sobre los sólidos cimientos de Windows 7, pero se ha mejorado en todos los sentidos. Observarás una mejora en el funcionamiento y confiabilidad del sistema. Incluso en los sistemas menos eficaces, Windows 8 ofrece una buena capacidad de respuesta. Tu PC se inicia rápidamente, tus aplicaciones se ejecutan de manera más rápida y estás más protegido de principio a fin.