Piratería

La industria discográfica lanza un ultimátum a los sitios y redes de intercambio de ficheros

El sitio reconoció implícitamente su actividad ilegal al indemnizar a los editores con 50 millones de dólares y afirmó su intención de aparecer nuevamente en escena bajo la forma de “un servicio legal”, sin brindar más detalles.

Esta red de intercambio de archivos de música y video no era de las más populares -recibía decenas de miles de visitas mensuales y no millones como otras- y era cada vez menos utilizada desde el comienzo de la ofensiva judicial lanzada a fines de 2003 contra sus usuarios en Estados Unidos.

Sin embargo, la RIAA publicitó su cierre el 7 de noviembre ya que el sitio era el más directamente alcanzado por un fallo emitido en junio por la Corte Suprema de Justicia, en el caso “MGM contra Grokster”.

Los directivos de WinMx y de eDonkey también decidieron suspender su red de intercambio de archivos de persona a persona (“peer-to-peer”, P2P).

“El programa ya WinMx no se encuentra disponible”, se puede leer en winmx.com, mientras que “eDonkey dijo hace un mes ante una comisión del Senado (estadounidense) que se atendría” a las órdenes, aseguró la RIAA.

Incluyendo eDonkey y WinMx, la RIAA emplazó en septiembre a un total de siete sitios a “dejar inmediatamente de incitar a la violación de los registros sonoros de sus miembros”, bajo amenaza de acciones legales, según una carta de la Asociación de la cual AFP obtuvo una copia.

Grokster y Morpheus no estaban incluidas en el listado por haber sido ya demandadas judicialmente.

Esta iniciativa busca intimidar a estas empresas demostrando que la ley no las ampara y alentarlas a que negocien las licencias con las discográficas, lo que les haría entrar en la legalidad.

En general, las respuestas a estas cartas de la RIAA “son hasta el momento positivas y motivadoras”, indicó Jonathan Lamy, portavoz de la Asociación.

Entre los cinco sitios que restan por convencer figuran LimeWire y BearShare, según páginas web especializadas.

La RIAA estima que su postura frente a las empresas con servicios P2P se ha reforzado gracias a que se multiplicaron los servicios pagos de música (iTunes, Rhapsody, WalMart.com, Sony Connect, Yahoo! Music…), y a que la decisión de la Suprema Corte contra Grokster y Morpheus encontró eco en fallos similares en Corea del Sur, Taiwán y Australia, donde Kazaa es ilegal desde septiembre.

No obstante, expertos dudan que el intercambio gratuito de archivos musicales pueda ser vencido.

“No podemos detener completamente esta práctica”, afirmó Kristin Thomson, de la Future of Music Coalition, que lucha para que tanto los editores como el público se sirvan de tecnologías P2P.

Miles de internautas se acostumbraron a no pagar por la música. Conforman “un pueblo migratorio (…) muy informado”, capaz de encontrar fácilmente una alternativa al cierre de un sitio, destacó otro experto.

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