Un nuevo estudio revela un cambio radical en las normas socialesl, donde compartir imágenes íntimas se ha vuelto común, especialmente entre los jóvenes. El informe, uno de los más grandes realizados hasta la fecha sobre este tema, muestra que aproximadamente una cuarta parte (22%) de los españoles guarda imágenes explícitas propias en sus dispositivos, cifra que se dispara al 42% entre los jóvenes de 16 a 24 años.
La investigación también revela que un 25% de los encuestados ha compartido imágenes íntimas con parejas sentimentales o personas con las que chatean, porcentaje que asciende al 45% en el grupo de 16 a 24 años. Preocupantemente, un 7% admitió haberlo hecho por venganza y un 14% para intimidar a otros.
Este comportamiento está estrechamente relacionado con el creciente problema del abuso de imágenes íntimas, conocido como "pornovenganza". Casi la mitad (47%) de los encuestados conoce a alguien que lo ha sufrido, y un 7% lo ha experimentado personalmente. El impacto en los jóvenes es aún mayor: un 77% de los encuestados entre 16 y 24 años y un 68% entre 25 y 34 años afirman conocer a alguien que ha sido víctima de este tipo de abuso.
El estudio también destaca la falta de conciencia sobre los riesgos y la responsabilidad que conlleva compartir este tipo de contenido. Un 16% de los encuestados admitió haber enviado imágenes íntimas a desconocidos, y un 24% cree erróneamente que recibir una imagen íntima les otorga derechos sobre ella.
"Conocí a alguien online y al principio todo iba bien, pero luego empezó a pedirme fotos íntimas. Confié en esa persona y se las envié, sin saber que las usaría para amenazarme. Me sentí traicionado y vulnerable", relata una víctima de pornovenganza.
A pesar de la frecuencia con la que se comparten imágenes íntimas, solo el 22% de quienes lo han hecho solicitaron su eliminación del dispositivo del receptor. Además, prevalece la "culpabilización de la víctima", con casi la mitad (47%) de los encuestados opinando que si compartes una imagen tuya, eres responsable de lo que suceda con ella.
Los expertos advierten sobre la normalización de este problema y la necesidad de tomar conciencia sobre sus consecuencias a largo plazo. "La tecnología ha facilitado la captura y difusión de imágenes íntimas, y los cambios en las dinámicas de las citas online han acelerado esta tendencia", señala un experto en seguridad. "Es crucial ser conscientes de los riesgos para tomar decisiones digitales más informadas".
La inteligencia artificial (IA) añade una nueva capa de complejidad al problema. Un 42% de los encuestados cree que la IA facilita la creación de imágenes íntimas falsas, lo que plantea interrogantes sobre el consentimiento y el control sobre nuestra propia imagen en el mundo digital.
Expertos en violencia de género digital hacen hincapié en la urgencia de educar y concienciar sobre el respeto y la responsabilidad en el manejo de imágenes íntimas. Proteger la intimidad y prevenir la violencia digital son fundamentales para construir una sociedad más justa y segura.
Es importante recordar que la difusión de imágenes íntimas sin consentimiento es un delito. Existen recursos legales para proteger a las víctimas, como la denuncia penal o civil, así como el Canal Prioritario de la Agencia de Protección de Datos Española para solicitar la retirada urgente de contenido sensible.
Proteger nuestra privacidad en el entorno digital es crucial. Los expertos recomiendan:
La investigación también revela que un 25% de los encuestados ha compartido imágenes íntimas con parejas sentimentales o personas con las que chatean, porcentaje que asciende al 45% en el grupo de 16 a 24 años. Preocupantemente, un 7% admitió haberlo hecho por venganza y un 14% para intimidar a otros.
Este comportamiento está estrechamente relacionado con el creciente problema del abuso de imágenes íntimas, conocido como "pornovenganza". Casi la mitad (47%) de los encuestados conoce a alguien que lo ha sufrido, y un 7% lo ha experimentado personalmente. El impacto en los jóvenes es aún mayor: un 77% de los encuestados entre 16 y 24 años y un 68% entre 25 y 34 años afirman conocer a alguien que ha sido víctima de este tipo de abuso.
El estudio también destaca la falta de conciencia sobre los riesgos y la responsabilidad que conlleva compartir este tipo de contenido. Un 16% de los encuestados admitió haber enviado imágenes íntimas a desconocidos, y un 24% cree erróneamente que recibir una imagen íntima les otorga derechos sobre ella.
"Conocí a alguien online y al principio todo iba bien, pero luego empezó a pedirme fotos íntimas. Confié en esa persona y se las envié, sin saber que las usaría para amenazarme. Me sentí traicionado y vulnerable", relata una víctima de pornovenganza.
A pesar de la frecuencia con la que se comparten imágenes íntimas, solo el 22% de quienes lo han hecho solicitaron su eliminación del dispositivo del receptor. Además, prevalece la "culpabilización de la víctima", con casi la mitad (47%) de los encuestados opinando que si compartes una imagen tuya, eres responsable de lo que suceda con ella.
Los expertos advierten sobre la normalización de este problema y la necesidad de tomar conciencia sobre sus consecuencias a largo plazo. "La tecnología ha facilitado la captura y difusión de imágenes íntimas, y los cambios en las dinámicas de las citas online han acelerado esta tendencia", señala un experto en seguridad. "Es crucial ser conscientes de los riesgos para tomar decisiones digitales más informadas".
La inteligencia artificial (IA) añade una nueva capa de complejidad al problema. Un 42% de los encuestados cree que la IA facilita la creación de imágenes íntimas falsas, lo que plantea interrogantes sobre el consentimiento y el control sobre nuestra propia imagen en el mundo digital.
Expertos en violencia de género digital hacen hincapié en la urgencia de educar y concienciar sobre el respeto y la responsabilidad en el manejo de imágenes íntimas. Proteger la intimidad y prevenir la violencia digital son fundamentales para construir una sociedad más justa y segura.
Es importante recordar que la difusión de imágenes íntimas sin consentimiento es un delito. Existen recursos legales para proteger a las víctimas, como la denuncia penal o civil, así como el Canal Prioritario de la Agencia de Protección de Datos Española para solicitar la retirada urgente de contenido sensible.
Proteger nuestra privacidad en el entorno digital es crucial. Los expertos recomiendan:
- Pensar antes de publicar: Ser conscientes de con quién compartimos información y cómo puede ser interpretada y utilizada.
- Utilizar aplicaciones de mensajería seguras con cifrado de extremo a extremo.
- Revisar la configuración de permisos de las aplicaciones para controlar el acceso a nuestros datos.
- Utilizar contraseñas seguras y únicas para cada cuenta.
- Utilizar herramientas como StopNCII para evitar la difusión de imágenes íntimas sin consentimiento.
- En caso de ser víctima de abuso, guardar pruebas y denunciar a las autoridades y plataformas correspondientes.