AMD Ryzen 8700G con iGPU 780M overclockeada a 3.15GHz

AMD presentó sus primeros APUs Zen 4 para su plataforma de escritorio AM5 en el CES, y ahora los usuarios están empezando a probar estos procesadores asequibles. Se trata de las CPU de entrada más recientes de AMD, con núcleos Zen 4 y gráficos RDNA 3, diseñadas para juegos básicos a 1080p sin necesidad de una gráfica dedicada. Sin embargo, un overclocker profesional ha demostrado que con un overclock manual se puede extraer hasta un 37% más de rendimiento de este chip, llevándolo a un nivel completamente nuevo.

El famoso overclocker Skatterbencher ha publicado una extensa guía para overclockear la GPU integrada Radeon 780M del Ryzen 7800G. La guía muestra que hay mucho margen de maniobra en esta iGPU, ya que el overclocker logró aumentarla a 3.150 MHz, de los 2.881 MHz de serie. Cuando se overclockearon manualmente los núcleos de la CPU y se llevó la memoria a 8.000 MHz, el beneficio total fue un aumento del 37% en el rendimiento. Es un resultado impresionante y sorprendente, ya que estos números no se suelen alcanzar en CPUs de escritorio sin recurrir a la refrigeración líquida con nitrógeno.
Es importante recordar que estamos hablando de un overclocker que ostenta récords mundiales. Sin embargo, la guía de Skatterbencher es muy interesante, ya que probó varias herramientas de overclocking, incluyendo la activación de funciones de la BIOS y la configuración manual, y mostró los resultados de cada paso en benchmarks.
El método más básico de overclocking consiste en activar el overclocking integrado de AMD en la BIOS, llamado PBO y EXPO. Con este método «fácil», Skatterbencher logró un aumento del 15% en el rendimiento. Overclockear solo la iGPU también dio un aumento del 22%, por lo que no es necesario overclockear todo para ver mejoras decentes.
Los fundamentos del overclocking de la iGPU implican activar los interruptores de la BIOS para PBO y EXPO y ajustar manualmente los relojes y voltajes de la CPU, la iGPU y la memoria. Esta aventura no es para todos, ya que Skatterbencher descubrió que la iGPU consume 50W en configuración estándar, pero hasta 156W cuando se overclockea manualmente. La mayoría de los refrigeradores de aire no pueden soportar tanto calor. Este nivel de overclocking también requiere una refrigeración de alta gama, como el circuito de refrigeración EK personalizado que utiliza Skatterbencher. Este tipo de solución no tiene sentido en una CPU «económica» como esta, donde el refrigerador costaría más que el propio procesador.
En resumen, esta guía muestra que hay potencial oculto en el Ryzen 7800G, pero hay que tener en cuenta las limitaciones y los riesgos del overclocking manual. Si te atreves, la guía de Skatterbencher es un excelente punto de partida para exprimir al máximo tu APU, pero recuerda que la refrigeración adecuada es crucial para evitar daños.