Las actualizaciones de Windows 10 son, por regla general, un problema en cuanto a espacio en disco. El alto volumen de datos que se necesita instalar rápidamente ocupa el disco y los errores aparecen.
Microsoft quiere evitar este problema y parece haber encontrado la solución. Para ello, la próxima versión de Windows 10 reservará al menos 7 GB para las actualizaciones.
Pero el comportamiento será también adaptativo. Si el espacio no es suficiente, Windows le pedirá al usuario que conecte un lápiz USB al sistema para aumentar la capacidad. Así, conseguirá el espacio necesario.
Microsoft quiere evitar este problema y parece haber encontrado la solución. Para ello, la próxima versión de Windows 10 reservará al menos 7 GB para las actualizaciones.
Pero el comportamiento será también adaptativo. Si el espacio no es suficiente, Windows le pedirá al usuario que conecte un lápiz USB al sistema para aumentar la capacidad. Así, conseguirá el espacio necesario.